viernes, 31 de mayo de 2013

"Reválidas" y sus puntos negros (Agustín Moreno)

Reproducimos este artículo de Agustín Moreno, publicado en la revista ESCUELA, del 30 de mayo

REVÁLIDAS

Sostiene Wert que lo último que cambiaría de  su ley son las reválidas. No tiene idea de que en la educación, y más aún en la obligatoria, la evaluación tiene una función formativa, de ayuda al aprendizaje. Una carrera constante de obstáculos y superación de pruebas y reválidas al final de cada etapa es antipedagógica, sancionadora y excluyente. Es apostar por un modelo de enseñanza basado en la presión del examen, frente a otro centrado en las necesidades y motivaciones del alumnado. Jugarse en una prueba externa los años de escolarización es injusto y contradice la evaluación continua.  No mejorará la calidad, pero sí agravará el fracaso escolar y absentismo. La experiencia de EEUU, que abusa de pruebas externas, indica que los resultados han sido un desastre y ha reforzado la  mediocridad del sistema.

La reforma educativa del final del franquismo (1970) tenía objetivos que dejan en evidencia la LOMCE. Como decía el NODO http://www.youtube.com/watch?v=ivJ-UDuOdXA intentaba superar la rigidez del sistema, el fracaso de las pruebas memorísticas, la existencia de dos sistemas educativos (para familias acomodadas y para sectores sociales menos favorecidos) y la supresión de las “temidas reválidas” que hacían que solo 3 de cada 100 alumnos llegase a la universidad.

Otros puntos negros de las reválidas son: a) La desconfianza hacia el profesorado, al que se le hurta la evaluación y la decisión final sobre el grado de consecución de las competencias básicas por el alumnado. b) La degradación de contenidos: se acaba estudiando lo que se evalúa y se centra el tiempo y los esfuerzos docentes en preparar al alumnado para resolver pruebas y exámenes, como ya pasa en 2º de Bachillerato de cara a la selectividad. c) El coste económico para el sistema, tan alto como inútil, por la realización de las múltiples pruebas externas todos los años; y el coste para las familias cuando tengan que pagar academias para repetir la reválida los alumnos suspendidos. Si se relacionan las reválidas con la segregación temprana que impone la LOMCE resalta el carácter clasista y excluyente de una ley que es puro darwinismo escolar al servicio del darwinismo social, económico y político.

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