sábado, 25 de enero de 2014

Creo en ti (Agustín Moreno)

En la celebración del 25 aniversario de mi antiguo instituto de Fuenlabrada, hubo una intervención memorable de una antigua alumna, hoy ciudadana de plena conciencia. Contó dos historias paralelas, la de una familia humilde, numerosa, que había emigrado allí y la de una persona: su familia y su historia personal. Habló de cómo se había roto el determinismo que, según los estudios sociológicos del CIS la colocaban en un destino de trabajos no cualificados, embarazos adolescentes, tonteo con las drogas, botellón, etc.

Hoy esta persona es licenciada universitaria, con un máster, con el doctorado a punto de acabar, con amplia experiencia profesional, investigadora para la Universidad, conferenciante, ha recorrido medio mundo y un largo etcétera de méritos. Y las razones por las que, según ella, fracasaron estrepitosamente las estadísticas fueron: la educación pública, las políticas públicas en general (juventud, deporte…) del ayuntamiento y la familia.

Por eso, añadía, que cuando la preguntan qué ha sido para ella la educación pública y el IES Salvador Allende solo podía responder: Todo. Porque no es cierto que las personas solas se hagan a sí mismas: los padres y madres, los profesores, las personas en general ayudamos a desarrollar personas. Y nosotros somos como somos porque centenares de personas han pasado por nuestra vida dejando su huella.

Esta alumna acabó su intervención pidiendo a las autoridades que mantengan las políticas públicas e inviertan más en ellas; a los profesores, que sepan que siempre siembran aunque duden y que sean un referente en momentos de pánico existencial; a las familias que les apoyen en los buenos y en los malos momentos; a los estudiantes que tengan confianza en ellos mismos, que sean constantes y pacientes, que sepan que pueden conseguir todo lo que se propongan, Y el último mensaje a todos: que lo más bonito que se puede decir a una persona no es “te quiero”, sino “Creo en ti”. Gracias, Miriam.
 

Columna de Agustín Moreno publicada en Escuela (16 de enero de 2014)

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